Mensaje de las tutoras del Nivel Terciario de la ENS 10

                                                                                                                                  C.A.B.A., 21 de diciembre de 2015.

A toda la comunidad educativa del Terciario de la ENS 10:

Las tutoras, Ana Cherry y Gabriela Hanna, queremos compartir con ustedes nuestra lectura de los escritos que los ingresantes al profesorado, en agosto de 2015, realizaron a partir del video Ser maestro – seleccionado y presentado por la coordinadora del CFG, Celeste Varela.

Así reunimos aquellas palabras:

La expectativa reiterada sobre la formación docente destaca la apertura al conocimiento y la contribución al desarrollo personal.

¿Cuáles serán las preguntas de los niños?

Temo a la relación padres y maestros; me produce miedos e inseguridades.

En una cultura colaborativa, con responsabilidad.

Enseñar es un arte. Quiero aprender a expresarme.

Siento dudas y miedos, ansiedad. Incertidumbre… hasta estar en la práctica y  aprender a ser maestro.

¿Cómo, por qué, para qué se enseña algo?

¿Qué es lo correcto, la forma correcta de actuar?

¿Cómo entender a los niños cuando, a veces, ni ellos saben qué les pasa?

Enseñar también es aprender.

Compartir tiempo y conocimientos con niños.

A los miedos e inseguridades, van cediendo los deseos…

Crear pensamiento crítico, lograr la libertad de pensamiento; no quiero la reproducción mecánica.

Aprender de los niños,  conocerlos. Lograr comunicación a través de los juegos; entendimiento de manera alegre.

Interactuar con los niños, transformarnos en la relación enseñanza – aprendizaje. Quiero aprender a enseñar. Quiero que esta carrera “me sorprenda”.

Recuperamos cualidades del rol docente en sus reflexiones:

Disfrutar de la tarea, con alegría, energía.

Curiosidad.

Esfuerzo, paciencia y dedicación.

Ternura y ganas, amor por el otro.

Vocación y pasión.

Plasticidad, sensibilidad.

También expresaron factores de riesgo ante lo incierto:

Reconozco la complejidad al interior del aula y la dificultad para diagramar una clase o sentirme superado por cosas que no puedo solucionar.

…Y la necesidad de sostener una actitud protectora como docente de niños:

Aspiro a dejar una huella en el aprendizaje y crecimiento de los niños, con afecto mutuo entre docente y niños.

Ejercer el rol docente desde la autoridad, con confianza, respeto, límites y ternura.

Que los niños sientan apoyo y contención del docente, que logren una adaptación y desarrollemos valores.

Cautivar su interés en aprender.

Registrar lo que necesita cada alumno.

Hacer sentir a los niños bien protegidos.

Finalmente:

Siento el honor de trabajar en la escuela, emoción por llegar a ser docente.

 

Nosotras, desde nuestro rol de tutoras, deseamos recuperar en estas palabras los propósitos y expectativas que nos siguen motivando, día a día, a sostener nuestra tarea docente.

Los conflictos y tensiones en la convivencia también son parte de estos aprendizajes: es imprescindible, en todos los casos, volver a empezar. Nos unen las metas comunes. Nos distancian las diferencias cuando una persona insiste en doblegar a la otra imponiéndole su propio patrón de conducta. Necesitamos encontrar formas de acercarnos en expresiones que logren lo mejor de cada uno de nosotros; aunque persistan zonas de conflicto irreductibles.

Es habitual que el propio “no puedo” se exprese en comentarios descalificadores hacia otro que se esmera y produce, incluso, en actividades compartidas. Es posible que no notemos avances colectivos cuando estos saboteadores, con su descalificación y negatividad, toman como “chivos expiatorios” a los que pueden representar un trabajo orientado al cambio. Un cambio que su “no puedo” teme y prefiere rechazar.

Les proponemos seguir recuperando la cultura del diálogo en el quehacer conjunto; deponer la palabra como mera réplica y confrontación.

Desde nuestra pequeña pero sensible tarea, deseamos comunicar una reflexión “sanadora”, saludable, con el ánimo de orientar nuestras acciones a la contribución y colaboración mutua de manera amable.  La confianza también se construye. Depende del compromiso de cada uno de nosotros que la educación nos haga mejores personas cada día.

 

Decidamos juntos, entonces, qué historia vamos a escribir.

 

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